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lunes, 14 de enero de 2013

Capítulo 7







Una puerta de blindada madera se abre ante los ojos de Anne, que da un paso y se detiene bajo el marco de esta, con la vacilación haciéndole cosquillas en los pies. Matt le tienta con la mirada y las cejas alzadas, desde el interior del piso. La chica sacude sutilmente la cabeza y entra dentro, cerrándole la puerta en las narices a la culpa.

El rubio vive en un ático dúplex de diseño, lleno de una exquisita decoración que es un deleite para los sentidos.  
 
Nada más entrar, hay un largo pasillo con las paredes pintadas de un gris muy oscuro, con fotografías en blanco y negro, y una gran lámpara colgada del techo que rebosa rayos de luz blanca.

Al llegar al final del corredor, Anne frunce el ceño y mira al rubio con desconcierto. Él se ríe y desliza hacia la derecha una puerta corrediza, camuflada entre las paredes, con la risa acariciándole los oídos a la chica.

Queda al descubierto una estancia enorme. Ella se ve fascinada por la belleza del lugar, abriendo mucho la boca. Matt la mira con los ojos inundados en una tierna diversión. 
A la derecha de ambos, se alza una escalera metalizada en blanco, con un pasamano plateado. La pared está revestida con tablones de madera negra, excepto la del fondo, que está ocupada por numerosos ventanales de un fino cristal, ocultos tras unas cortinas de un lila apagado, hechas de un espeso hilo.
En la pared que va desde la escalera hasta los ventanales se halla un piano, junto a una puerta corrediza igual a la otra y una estantería de cristal con un equipo
de música, un montón de discos y varias fotografías enmarcadas.
En el centro del salón, unos grandes sofás de piel, de un blanco roto, con cojines de un oscuro terciopelo morado. Frente a ellos, un gran mueble lacado en negro, unos estantes llenos de libros y películas. La televisión – casi tan fina como una hoja de papel – está colgada sobre el mueble, pareciéndose a un espejo. En la esquina de la izquierda, reposa una pequeña chaiselongue de un negro cuero, junto una lámpara de pie en forma de lirio.
El suelo se encuentra escondido bajo una enorme y mullida alfombra de color crema. Varias plantas de diferentes tonalidades están desperdigadas por la sala, dándole color a la habitación: ciclámenes, gloxíneas, eléboros.
El techo es muy alto y en él hay una gran lámpara de aire moderno que llega a parecerse a hielo cristalizado.

- Guau – susurra Anne, llena de alucinación. Nunca había visto un sitio tan elegante, fino y a la vez tan acogedor. El chico escurre sus dedos bajo una mano de la chica y la aprieta suavemente, con cariño, conteniendo una sonrisa de satisfacción.

Más que la guarida de un lobo, esto parece el castillo de un príncipe – piensa la chica, mordiéndose los labios y sintiendo la caricia de Matt en la punta de sus dedos. Se gira hacia él con expresión risueña y él sonríe travieso.
- ¿Quieres ver la película aquí o arriba, en mi habitación? – pregunta, con picardía. Ella se ruboriza levemente y pone una expresión extraña. Matt, al atisbar un rayo de miedo en sus ojos, se apresura a hablar – Tranquila. No por ver una película en mi cama te voy a comer…- dice el rubio. Ella abre los ojos desmesuradamente, sorprendida, y él continua - …además, si quiero comerte, puedo hacerlo en cualquier rincón de la casa. – suelta, encogiéndose de hombros con fingida indiferencia. La chica acoge el color carmesí en sus mejillas y él no puede aguantar la carcajada. Anne le mira con los ojos entrecerrados mientras él se desternilla, deseando matarle. Sí, a besos.
- No tiene gracia – asevera la adolescente. Matt deja de reírse de repente y la mira, hundiendo sus ojos negros en sus azules iris, poniéndose serio.
- La veremos aquí si te sientes más cómoda – sentencia él.




Puesta la película y ya sentados en uno de los sofás, Anne enrosca los brazos alrededor de la cintura de Matt y él la abraza fuertemente, queriendo sentirla muy cerca. Que valga de algo la excusa – se dice.

Cada repullo de la chica saca una risita al rubio, haciendo que ella se enfurruñe levemente.

- Esta peli no me gusta – lloriquea Anne, achuchando con fuerza al chico que, ni mucho menos, tiene intención de quejarse.
- A mí sí… – susurra él. Como para no gustarme – se dice, con la boca de la chica a escasos centímetros, sintiendo un hormigueo en la punta de la lengua, que resiste quieta en su lugar.








A las once y media de la noche, tras haber cenado entre risas, algún beso esporádico y alguna caricia anhelante, Matt sube la escalera con la chica profundamente dormida entre sus brazos, que la sostienen como un tesoro prohibido.

Sube los peldaños muy despacio, cuidando que la chica no despierte. Siente su perfume haciéndole cosquillas en la nariz, su calor traspasando la ropa, su respiración relajándole la mente. Llega hasta el piso de arriba y, como puede, sin encender la luz, posa a la chica en su cama, muy suavemente. Sin querer soltarla.
Se sienta suavemente en el borde del colchón y desliza una mano sobre las sábanas, atrayéndolas hacia arriba, para tapar el cuerpo de Anne.
Le acaricia el pelo delicadamente, apenas sin tocarla, rozando con la yema de sus dedos los cabellos desordenados de la chica. Se agacha para posar sus labios sobre la frente de ella.
- Dulces sueños, preciosa – susurra, muy bajito. Casi inaudible.  

Y, tras observarla dulcemente durante unos minutos, suspira y hace amago de bajar las escaleras.
Pero, en el último instante, justo cuando posa uno de sus pies en el primer escalón, un fugaz pensamiento le ilumina una idea. Por inercia, gira los tobillos, intentando no hacer ruido con los zapatos, y se queda mirando el gran hueco que sobra en la cama. Ella, acurrucada en una esquina, con los brazos en torno a sí misma, con la expresión tranquila, apaciguada. Con los párpados llenos de sueños.
Matt analiza cada detalle de la imagen mientras da pasos, casi de puntillas, hasta rozar la cama con sus piernas. Despacio, se recuesta en la esquina opuesta a la chica, dándole la espalda a ella, tumbado encima de las sábanas. Cierra los ojos y aspira. Huele a ella.

Y así, cuando son las doce de la noche, con las aceras desiertas, con las estrellas reflejadas en el Támesis y con la luna reinando el cielo, ya duermen ambos.

Soñando el uno con el otro, aun teniéndose tan cerca.










A las seis y media de la mañana, en el aeropuerto de Londres, con el sol apenas salido, un chico de ojos verdes coge su maleta y sale en busca de un taxi.




Lejos de allí, una rubia apaga rabiosa el ruidoso despertador que la ha apartado de su sueño. Se despereza, ojerosa y cansada. Abre de un tirón las cortinas y corre al baño, para ahogar sus penas en la bañera.





A unas calles de allí, un chico azabachado toma un cuenco de cereales con leche, mientras retiene entre sus dedos la primera foto que se hicieron. Juntos por y para siempre. Recuerdo esa frase. – se dice, mientras engulle cuchara tras cuchara, dejando una sonrisa oculta tras cereales de chocolate.




El sol atraviesa los ventanales del apartamento del rubio. Matt se despereza mientras sorbe poco a poco una taza de Decaffeinato Intenso, apoyado en la encimera de la cocina.


El rubio avanza escalera arriba con una bandeja bailándole entre los escurridizos dedos, aun húmedos. Atraviesa el oscuro dormitorio y, deslizando con cuidado la cortina, dejando al descubierto la terraza, corre la puerta y sale, viéndose golpeado por una suave brisa mañanera en la cara. Hay una mesa de madera y cristal en medio del lugar, rodeada de sofás, y se acerca para dejar sobre ella la bandeja.
















Vuelve dentro, donde la oscuridad ha dejado de existir. Y observa como Anne está escondida bajo las sábanas, revueltas, desordenadas y tan deliciosamente arrugadas.
Con el pelo revuelto y las pestañas enredadas, con los labios tornados en una gruesa línea. Él sonríe para sí y, con cuidado, se aproxima a la cama. Se sienta cerca de ella y le acaricia la mejilla con los dedos templados, notando el calor que desprende. Saboreando el momento.

Se curva ligeramente, notando la respiración de la chica inundándole el alma. Cierra los ojos y, despacio, posa sus labios bajo el pómulo de ella, dejando que su olor le turbe la mente por unos segundos. Se separa suavemente y la mira, viendo como su pecho sube y baja lentamente, dormida profundamente. Le acaricia el pelo, sintiendo su suavidad en la palma de la mano. Y, vuelve a acercarse a ella. La besa en la nariz.







Anne abre los ojos, de repente.

- Buenos días, princesa – musita Matt, tan dulce que la chica cree seguir en brazos de Morfeo. Pero, cuando él roza sus labios, comprende de pronto que no es un sueño. Porque los sueños no saben a él.






Desayunando bajo el abrazo del astro rey, ambos no pueden estar más sonrientes.

- ¡Te has acordado de mi fruta preferida! – exclama la chica, con la ilusión manchando sus azulados ojos. Él se encoje de hombros, obviando.
- Como si pudiera olvidar algo referente a ti – articula, con los ojos entrecerrados y una sonrisa de lado que va en aumento. Ella se sonroja tenuemente, mientras se lleva una mora a la boca.





A las siete y media, algo pasadas, Anne y Matt se suben en el coche de este, despidiéndose de su primera noche juntos. Que no la última.

- Te dejaré en tu casa para que puedas cambiarte antes de ir al instituto. – dice él, mientras ella asiente mirándole de soslayo, observando las nubes del claro cielo.



Bajo el portal de ella, se besan fugazmente, despidiéndose, tranquilos. Pues saben que volverán a verse. Pronto.

Matt acelera, pensando que, definitivamente, es un asaltacunas.

En unos minutos, ya está en la redacción de Nutz. Hoy tiene dos sesiones de fotos. Cruza el pasillo y abre la puerta de su despacho, y frena en seco, sorprendido. Su hermano Adam está sentado en su escritorio, con una maleta en los pies.
- Hola rubiales – dice el moreno, con una sonrisa socarrona.
Mierda, me había olvidado – piensa Matt, poniendo los ojos en blanco.





Anne corre hacia su clase, con escaso oxígeno en sus pulmones y las piernas apunto de cederle. Consigue entrar antes que el profesor y se sienta en su pupitre. Junto a Ben.
Él se acerca a su oreja y susurra.
- ¿Dónde estuviste ayer? Te llamé a tu casa y no contestaste. – dice. Y Anne siente que le falta el aire.  









Continuará...


Pd. El capítulo es algo corto y he intentado compensar con fotos, ¿se nota? jajajajajajjajaaja

https://www.youtube.com/watch?v=dhE0aC78HtY Esta canción me ha inspirado para escribir algunas partes, escuchadla si quereis :)!!

Ah, otra cosa... (Ahora me pongo seria. No, es broma jajajaja).
En la primera entrada dije que no me importaría tener un simple comentario, porque no esperaba que mi historia gustase y pensaba que tendría pocas visitas. Pero eso es una cosa, y otra es tener muchas visitas y tan pocos comentarios. A ver, quiero que la gente que lee (independientemente de si le gusta o no) me dé su opinión. No tiene que ser un comentario enorme, solo sincero.
Espero que esas personas que se mantienen en las sombras (si te das por aludido sabes que es verdad :3) hagan acto de presencia, ya que me subirá la moral y tendreis capítulo antes :P jajajaj

Y, muchísimas gracias a los que comentan. De corazón, un fantasma de algodón ^^





























15 comentarios:

  1. bueno bueno!! Tienes Razon!! jejejej

    ME encanto el cap!!!! Y gracias por subir!

    Espero q te comenten mas para leer mas pronto!!

    Una curiosidad, que tan avanzada tienes la fic??

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    1. Muchas gracias por leer y comentar ^^
      Pues tengo cinco capítulos escritos y voy avanzando poco a poco:P
      un beso!

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  2. QE SI ME GUSTA TU FIC?
    qe te pasaaaa??? CLARO QE NOOOO!!!





    ME ENCANTAAAAA!!!!
    creo qe x algo no comentaria xD hahahahaha o no estaria aqi (como yo diria, "perdiendo el tiempo" si es qe no me gustara)
    espero iwal qe mas comenten para seguir leeiendo esto :3 esta super super!!!! :3

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    1. Jajajajajaja muchísimas gracias!!!!!! en serio, me alegra un montón que te guste ^^
      <3!

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  3. Mi pequeña opinión sincera: tenía muchas ganas de leer algo como tu historia. No me importa que en realidad no sea una fic, es como si estuviera leyendo un libro :-) de verdad me gusta mucho, por favor sube pronto!

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    1. Muchas gracias por tomarte la molestia de leer y comentar, no sabes lo feliz que me hace que mi historia le guste a alguien que no sea yo ^^
      Un abrazo, de corazón :P!

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  4. Me encanta!!! Sube pronto por favor.... esta super. C=

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  5. Wou, me ha encanto y la canción esta hermosísima. Gracias por compartirnos esta historia exquisita. Saludos Guapa.

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    1. Muchísimas gracias, de verdaaaaad. No sabes como me emociona que te guste tanto como a mí esta pequeña historia ^^
      no dejes de leer, guapa :P!!!

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  6. Pues tienes una nueva lectora wdfwddweder gracias a la chica del comentario de arriba que te recomendó. Muy buena tu historia y me encanta la idea de las fotos porque ne ayuda a imaginar un poco mejor los ambientes(: Te felito por tu trabajo.Un beso<3

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    1. Oh, una nueva fantasmilla de algodón :3 jajajajaja me alegra que leas mi historia y, sobre todo, que te guste y comentes ^^
      un besazo enorme y, de verdad, gracias por pasarte :)

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  7. Hola! paso a decir que acabo de subir un nuevo capitulo de just tonight! siento el C&P, pero quiero avisar a todo el mundo. siento este tiempo sin pasar! y procuraré pasar pronto! muchas gracias de antemano! :)

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